English | 日本語

Resumen

  • La vitamina B12, o cobalamina juega papeles importantes en el metabolismo del folato y en la síntesis del ciclo del acído cítrico intermedio, succinil-CoA. (Más informacíon)
  • La deficiencia de vitamina B12 es comúnmente asociada con una inflamación crónica del estomago, que puede contribuir a un síndrome de malabsorción autoinmune de la vitamina B12 llamado anemia perniciosa y a un síndrome de malabsorción de vitamina B12 unida a los alimentos. Un deterioro de la absorción de la vitamina B12 puede causar una anemia megaloblástica y desordenes neurológicos en sujetos con deficiencia. (Más información)
  • Una función normal del sistema digestivo requerida para una absorción de la vitamina B12 esta comúnmente deteriorada en individuos mayores de 60 años de edad, poniéndolos en riesgo de una deficiencia de vitamina B12. (Más información)
  • La vitamina B12 y el folato son importantes para el metabolismo de la homocisteína. Niveles elevados de homocisteína en la sangre son un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares (ECV). Aunque la suplementación de vitamina B ha probado un control efectivo en los niveles de homocisteína, datos actuales de ensayos de intervención no han mostrado que al disminuir los niveles de homocisteína un riesgo de padecer ECV disminuya. (Más información)
  • La preservación de la integridad del ADN depende del folato y la disponibilidad de la vitamina B12. Un estatus pobre de la vitamina B12 ha sido ligado a un incremento en el riesgo de padecer cáncer de seno en algunos, pero no todos, los estudios observacionales. Existe la necesidad de evaluar si la vitamina B12 suplementaria, junto con el acido fólico, pudieran ayudar a reducir la incidencia de cáncer de seno. (Más información)
  • Un nivel bajo de vitamina B12 materno ha sido asociado con un riesgo incrementado de defectos del tubo neural (NTD, por sus siglas en inglés), pero aun se sabe si la suplementación de vitamina B12 podría ayudar a reducir el riesgo de NTD. (Más información)
  • La vitamina B12 es esencial para la preservación de la vaina de la mielina alrededor de las neuronas y para la síntesis de neurotransmisores. Mientras que la hiperhomocisteinemia puede incrementar el riesgo de un defecto cognitivo, no está claro si la deficiencia de vitamina B12 contribuye al riesgo de demencia en los ancianos. Aunque la suplementación de vitamina B disminuye los niveles de homocisteína en sujetos de edad mayor, el beneficio a largo plazo es aún desconocido. (Más información)
  • Ambos la depresión y la osteoporosis han sido ligadas a una disminución del estado de la vitamina B12 y niveles elevados de homocisteína. (Más información)
  • Los productos de origen animal constituyen la fuente primaria de vitamina B12. Individuos de edad avanzada y vegetarianos se les aconseja el uso de alimentos y suplementos fortificados con vitamina B12 para satisfacer sus necesidades. (Más información)
  • El uso a largo plazo de ciertos medicamentos, como inhibidores de la secreción del acido estomacal, pueden afectar adversamente la absorción de vitamina B12. (Más información)

 

La vitamina B12 tiene la estructura química más grande y compleja de todas las vitaminas. Es única entre las vitaminas debido a que contiene un ión metálico, el cobalto. Por esta razón cobalamina es el término usado para referirse a los compuestos que poseen actividad de la vitamina B12. La metilcobalamina y la 5-desoxiadenosilcobalamina son las formas de vitamina B12 utilizadas en el cuerpo humano (1). La forma de cobalamina usada en la mayoría de los suplementos nutricionales y alimentos fortificados, "cianocobalamina," es rápidamente convertida en 5-desoxiadenosil y metilcobalamina en el cuerpo. En los mamíferos, la cobalamina es un cofactor para solo dos enzimas, la metionina sintasa y la L-metilmalonil-CoA mutasa (2).

Función

Cofactor para la metionina sintasa

La metilcobalamina es requerida para el funcionamiento de la enzima folato dependiente, la metionina sintasa. Esta enzima es requerida para la síntesis del aminoácido metionina proveniente de la homocisteína. La metionina a su vez es requerida para la síntesis de S-adenosilmetionina, un donante del grupo metilo utilizado en muchas reacciones de metilación biológica, incluyendo la metilación de una serie de sitios dentro del ADN, ARN y las proteínas (3). La metilación aberrante del ADN y las proteínas, que causa alteraciones en la estructura de la cromatina y la expresión de genes, son una característica común de las células cancerosas. Un funcionamiento inadecuado de la metionina sintasa puede conducir a una acumulación de homocisteína, la cual ha sido asociada con un aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares (Figura 1).

Figura 1. Metabolismo de la Homocisteína y Vitamina B12. La S-adenosilhomocisteína se forma durante las reacciones de metilación dependientes de S-adenosilmetionina, y la hidrólisis de la S-adenosilhomocisteína da como resultado homocisteína. La homocisteína se puede volver a metilar para formar metionina a través de una reacción dependiente de folato catalizada por la metionina sintasa, una enzima dependiente de vitamina B12. Alternativamente, la homocisteína puede ser metabolizada en cisteína en reacciones catalizadas por dos enzimas dependientes de vitamina B6.

Cofactor para la L-metilmalonil-CoA mutasa

La 5-desoxiadenosilcobalamina es requerida por la enzima que cataliza la conversión de L-metilmalonil-CoA en succinil-CoA, que luego entra en el ciclo del ácido cítrico (Figura 2). El succinil CoA juega un importante papel en la producción de energía de lípidos y proteínas y es también requerido para la síntesis de la hemoglobina, el pigmento en los eritrocitos que transporta el oxígeno (3).

Figura 2. Vía metabólica que requiere 5-desoxiadenosilcobalamina. La 5-desoxiadenosilcobalamina es requerida por la enzima que cataliza la conversión de L-metilmalonil-CoA en succinil-CoA, que luego entra en el ciclo del ácido cítrico.

Deficiencia

En adultos sanos, la deficiencia de la vitamina B12 no es común, principalmente porque el suministro total del cuerpo puede exceder 2,500 μg, el desgaste diario es lento, y la ingesta dietaría de solo 2.4 μg/día es suficiente para mantener un nivel adecuado de vitamina B12 (vea IDR debajo) (4). En individuos de mayor edad, la deficiencia de vitamina B12 es más común principalmente debido a una absorción intestinal alterada que puede resultar de marginal a una deficiencia severa de la vitamina B12 en esta población.

Causas de una deficiencia de vitamina B12

La malabsorción intestinal más bien que una inadecuada ingesta dietaría, puede explicar la mayoría de los casos de deficiencia de vitamina B12 (5). La absorción de la vitamina B12 de los alimentos requiere una función normal del estomago, páncreas y el intestino delgado. El acido y las enzimas estomacales liberan la vitamina B12 de los alimentos, permitiéndole unirse a la proteína-R (también conocida como transcobalamina-1 o haptocorrina), encontrada en la saliva y fluidos gástricos. En el ambiente alcalino del intestino delgado, las proteínas-R son degradadas por enzimas pancreáticas, liberando la vitamina B12 para unirse al factor intrínseco (IF), una proteína secretada por células especializadas en el estomago. Los receptores en la superficie del íleon (parte final del intestino delgado) absorben el complejo IF-B12 solo en la presencia de calcio, el cual es suministrado por el páncreas (5). La vitamina B12 puede ser también absorbida por una difusión pasiva, pero este proceso es bastante ineficiente-solo aproximadamente un 1% de la absorción de la dosis de la vitamina B12 es absorbida pasivamente (2). Las frecuentes causas de la deficiencia de vitamina B12 son: (1) una condición autoinmune conocida como anemia perniciosa y (2) malabsorción de la vitamina B12 ligada a los alimentos. Aunque ambas causas han sido asociadas con una enfermedad inflamatoria crónica del estomago conocida como gastritis atrófica.

Gastritis atrófica

La gastritis atrófica se cree afecta del 10% al 30% de las personas mayores de 60 años de edad (6). Esta condición es frecuentemente asociada con la presencia de autoanticuerpos dirigidos hacia las células estomacales (vea Anemia perniciosa) y/o una infección debido a la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori) (7). La infección por H. pylori induce a una inflamación crónica del estomago, la cual puede progresar a una enfermedad de ulcera péptica, gastritis atrófica, y/o cáncer gástrico en algunos individuos. Una disminución en la función gástrica en individuos con gastritis atrófica puede resultar en un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado y causar una malabsorción de la vitamina B12 ligada a los alimentos. Los niveles de la vitamina B12 en el suero, plasma, y fluidos gástricos son significativamente disminuidos en individuos con una infección por H. pylori y la erradicación de la bacteria ha mostrado que mejora significativamente las concentraciones de vitamina B12 en el suero (8).

Anemia perniciosa

Se ha estimado que la anemia perniciosa se encuentra presente en aproximadamente 2% de los individuos mayores de 60 años de edad (9). Aunque la anemia es con frecuencia un síntoma, la enfermedad es de hecho la etapa final de una inflamación autoinmune del estómago conocida como gastritis atrófica autoinmune, que resulta en la destrucción de las células del estómago por anticuerpos propios (autoanticuerpos). La destrucción progresiva de las células que recubren el estómago provoca una disminución en la secreción del ácido y las enzimas requeridas para liberar la vitamina B12 ligada a los alimentos. Los anticuerpos contra el factor intrínseco (IF) se unen al IF evitando la formación del complejo FI-B12, inhibiendo además la absorción de la vitamina B12. Alrededor del 20% de los familiares de los pacientes con anemia perniciosa también padecen la misma condición, sugiriendo una predisposición genética. También se piensa que la infección por H. pylori podría estar involucrada en la iniciación de la respuesta autoinmune en un subconjunto de individuos (10). Además ha sido reportada la co-ocurrencia de la gastritis atrófica autoinmune con otras condiciones autoinmunes, especialmente la tiroiditis autoinmune y la diabetes mellitus tipo 1 (11, 12).

Generalmente el tratamiento de la anemia perniciosa requiere de inyecciones de vitamina B12 para evitar la absorción intestinal. La suplementación oral en dosis elevadas es otra opción del tratamiento, porque al consumir 1.000 μg (1 mg)/día de vitamina B12 oralmente debería resultar en la absorción de cerca de 10 μg/día (1% de la dosis) por difusión pasiva. De hecho, la terapia oral en dosis elevadas es considerada tan efectiva como una inyección intramuscular (4).

Malabsorción de vitamina B12 ligada a los alimentos

La malabsorción de vitamina B12 ligada a los alimentos se define como un deterioro en la capacidad de absorber la vitamina B12 ligada a los alimentos o a proteínas, individuos con esta condición pueden completamente absorber la forma libre (13). Mientras la condición es la mayor causa de un estado pobre de la vitamina B12 en la población de edad avanzada, es usualmente asociada con la gastritis atrófica, una inflamación crónica de la mucosa del estomago que en última instancia resulta en la pérdida de las glándulas estomacales (atrofia) y el descenso de la producción del acido estomacal (vea Gastritis atrófica arriba). Debido a que el ácido estomacal es requerido para la liberación de la vitamina B12 desde las proteínas en los alimentos, la absorción de la vitamina B12 disminuye. La disminución de la producción de ácido estomacal también provee de un ambiente propicio para el sobrecrecimiento estomacal de bacterias anaeróbicas, las que además interfieren con la absorción de la vitamina B12 (3). Debido a que la vitamina B12 en los suplementos no está unida a las proteínas, y debido a que el factor intrínseco (IF) se encuentra aun disponible, la absorción de la vitamina B12 suplementaria no se reduce como en la anemia perniciosa. Así, individuos con una malabsorción de la vitamina B12 ligada a los alimentos no poseen un requerimiento mayor de vitamina B12; sólo la necesitan en su forma cristalina, la que se encuentra en alimentos fortificados y en suplementos alimenticios.

Otras causas de la deficiencia de vitamina B12

Otras causas de la deficiencia de vitamina B12 incluyen la extracción quirúrgica del estómago o de porciones del intestino delgado donde se localizan los receptores para el complejo FI-B12. Las condiciones que afectan al intestino delgado, como los síndromes de malabsorción (enfermedad celíaca y esprúe tropical), pueden resultar también en una deficiencia de vitamina B12. Debido a que el páncreas provee tanto las enzimas fundamentales como el calcio necesario para la absorción de la vitamina B12, la insuficiencia pancreática puede contribuir a la deficiencia de vitamina B12. Ya que la vitamina B12 sólo se encuentra en alimentos de origen animal, una dieta vegetariana estricta ha resultado en casos de deficiencia de vitamina B12. Más aun, los alcohólicos pueden experimentar una absorción intestinal de vitamina B12 reducida (2), e individuos con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) parecen estar en un mayor riesgo de deficiencia, posiblemente relacionada a una falla del receptor FI-B12 para captar el complejo FI-B12 (3). Además, el uso a largo plazo de medicamentos antiácidos también se ha implicado en la deficiencia de vitamina B12 (vea Interacción con drogas).

Desordenes hereditarios de la absorción de la vitamina B12

Raros casos de errores innatos del metabolismo de la vitamina B12 se han reportado en la literatura (revisado en 5). El síndrome de Imerslund-Gräsbeck es un síndrome de malabsorción hereditario de la vitamina B12 que causa anemia megaloblástica y desordenes neurológicos de gravedad variable en sujetos afectados. Síntomas clínicos similares son encontrados en individuos con una deficiencia hereditaria del factor intrínseco (FI) (también llamada anemia perniciosa congénita) en los cuales la deficiencia del IF resulta en una deficiente absorción de la vitamina B12. Adicionalmente, mutaciones que afectan el transporte de la vitamina B12 en el cuerpo han sido identificadas (14).

Síntomas de la deficiencia de la vitamina B12

La deficiencia de la vitamina B12 resulta en un deterioro de las actividades de las enzimas que requieren de la vitamina B12. La actividad deteriorada de la metionina sintasa resulta en niveles elevados de homocisteína, mientras que la actividad deteriorada de L-metilmalonil-CoA mutasa resulta en niveles aumentados de un metabolito del metilmalonil-CoA denominado ácido metilmalónico (AMM). Los individuos con una leve deficiencia de vitamina B12 pueden no experimentar síntomas, aunque los niveles sanguíneos de homocisteína y/o AMM podrían estar elevados (15).

Anemia megaloblástica

La actividad disminuida de la metionina sintasa en la deficiencia de vitamina B12 inhibe la regeneración del tetrahidrofolato (THF) y atrapa el folato en una forma que no es utilizable por el cuerpo (Figura 3), resultando en síntomas de deficiencia de folato incluso en presencia de niveles de folato adecuados. De esta manera, tanto en la deficiencia de folato como en la de vitamina B12, el folato no está disponible para participar en la síntesis de ADN. Este deterioro de la síntesis de ADN afecta a las células de división rápida de la médula ósea más temprano que a otras células, resultando en la producción de eritrocitos grandes, inmaduros, y con poca hemoglobina. La anemia resultante es conocida como anemia megaloblástica y es el síntoma por el cual se nombró a la enfermedad anemia perniciosa (3). La suplementación con ácido fólico proveerá suficiente folato utilizable como para restaurar la formación normal de glóbulos rojos. Sin embargo, si la causa es la deficiencia de vitamina B12, esta persistirá a pesar de la resolución de la anemia. Así, la anemia megaloblástica no debería tratarse con ácido fólico hasta que la causa subyacente haya sido determinada (16).

Figura 3. Metabolismo de Ácidos Nucleicos y Vitamina B12: El 5,10-metilén-tetrahidrofolato (TH4-folato) es necesario para la síntesis de ácidos nucleicos, y se requiere de 5-metil-TH4-folato para formar metionina a partir de homocisteína. La metionina, en la forma de S-adenosilmetionina, es necesaria en muchas reacciones biológicas de metilación, includyendo la metiliación de ADN. La metilén-TH4-folato reductasa es una enzima dependiente de flavina, necesaria para catalizar la reducción del 5,10-metilén-tetrhidrofolato en 5-metil-TH4-folato.

Síntomas neurológicos

Los síntomas neurológicos de la deficiencia de vitamina B12 incluyen entumecimiento y cosquilleo de las manos y, más comúnmente, en los pies; dificultad para caminar, pérdida de memoria, desorientación y demencia con o sin cambios de humor. Aunque, la progresión de las complicaciones neurológicas generalmente es gradual, dichos síntomas no son reversibles con el tratamiento de la deficiencia de vitamina B12, especialmente si han estado presentes por mucho tiempo. Las complicaciones neurológicas no siempre están asociadas con la anemia megaloblástica y son el único síntoma clínico de la deficiencia de vitamina B12 en alrededor de un 25% de los casos (17). Aunque se sabe que la deficiencia de vitamina B12 daña la vaina de mielina que cubre los nervios craneales, espinales y nervios periféricos, los procesos bioquímicos que conducen al daño neurológico en la deficiencia de vitamina B12 aun no son bien comprendidos (18).

Síntomas gastrointestinales

El dolor en la lengua, la pérdida de apetito y la constipación también han sido asociados a la deficiencia de vitamina B12. El origen de estos síntomas no está claro, pero puede estar relacionado con la inflamación del estómago subyacente a algunos casos de deficiencia de vitamina B12, y a la progresiva destrucción del revestimiento estomacal (17).

La Ingesta Diaria Recomendada (IDR)

La IDR para la vitamina B12 fue revisada por la Junta de Nutrición y Alimentos (JNA) del Instituto de Medicina de los Estados Unidos en 1998. Debido al incremento del riesgo de una malabsorción de vitamina B12 ligada a los alimentos en adultos mayores, la JNA recomendó que los adultos sobre los 50 años de edad obtengan la mayor parte de la IDR de alimentos fortificados o de suplementos que contengan vitamina B12 (17).

Ingesta Diaria Recomendada (IDR) para Vitamina B12
Etapa de la Vida  Edad  Machos (μg/día)  Hembras (μg/día)  
Infantes  0-6 meses  0.4 (IA 0.4 (IA) 
Infantes  7-12 meses  0.5 (IA)  0.5 (IA) 
Niños  1-3 años  0.9  0.9 
Niños 4-8 años  1.2  1.2 
Niños  9-13 años  1.8  1.8 
Adolescentes   14-18 años  2.4  2.4 
Adultos  19-50 años  2.4  2.4 
Adultos  51 años y más  2.4*  2.4* 
Embarazo  Todas las edades  2.6 
Período de lactancia  Todas las edades  2.8
*La ingesta de vitamina B12 debiera provenir de suplementos o de alimentos fortificados debido al incremento de la malabsorción ligada a los alimentos relacionada con la edad.

Prevención de Enfermedades

Enfermedades cardiovasculares

Como se menciona arriba, la gastritis atrófica crónica y la infección por H. pylori pueden causar una deficiencia de vitamina B12 secundaria a los trastornos de malabsorción (vea Causas de la deficiencia de la vitamina B12). Sin embargo la ocurrencia de la infección por H. pylori y la gastritis atrófica crónica no modificaron la incidencia de 5 años de accidentes cardiovasculares (Accidente cerebrovascular y ataque al corazón) o mortalidad en un exhaustivo estudio de cohorte de aproximadamente 10,000 hombres y mujeres mayores de 50 años de edad (19). Sin embargo, el estado de la vitamina B12 no fue evaluado en este estudio, a pesar de la alta prevalencia de deficiencia de vitamina B12 en personas mayores.

Homocisteína y enfermedades cardiovasculares

Los estudios epidemiológicos indicaron que incluso niveles de homocisteína elevados moderadamente en la sangres incrementan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (ECV) (20), aunque el mecanismo por el cual la homocisteína puede incrementar el riesgo de ECV sigue siendo objeto de una gran cantidad de investigación (21). La cantidad de homocisteína en la sangre es regulada por al menos tres vitaminas: folato, vitamina B6, y vitamina B12 (vea Figura 1 arriba). El análisis temprano de los resultados de 12 pruebas aleatorias controladas en la reducción de la homocisteína mostro que la suplementación con ácido fólico (0.5-5 mg/día) tuvo el mayor efecto reductor sobre los niveles de homocisteína sanguínea (reducción del 25%); la co-suplementación con ácido fólico y vitamina B12 (500 μg/día) proporcionó una reducción adicional del 7% (reducción del 32%) en las concentraciones de homocisteína sanguínea (22). Los resultados de un ensayo de suplementación secuencial en 53 hombres y mujeres indicaron que, luego de la suplementación con ácido fólico, la vitamina B12 se convirtió en el determinante principal de los niveles de homocisteína en el plasma (23). Se piensa que la elevación de los niveles de homocisteína podría ser en parte debido a la deficiencia de vitamina B12 en individuos mayores de 60 años de edad. Dos estudios encontraron que los niveles sanguíneos de ácido metilmalónico (AMM) estaban aumentados en más del 60% de los individuos de edad avanzada con niveles de homocisteína elevados. En la ausencia de una insuficiencia renal, un nivel elevado de AMM en conjunto con niveles de homocisteína elevados, indican tanto una deficiencia de vitamina B12 como una deficiencia combinada de vitamina B12 y folato (24). De tal manera, parece importante evaluar el estado de la vitamina B12, como también la función renal, en adultos de edad avanzada con elevados niveles de homocisteína antes de iniciar una terapia de disminución de la homocisteína. Para más información acerca de la homocisteína y ECV, vea el artículo en Folato.

Estudios de intervención

Aunque un incremento en la ingesta de ácido fólico y vitamina B12 es efectivo en la disminución de los niveles de homocisteína, la intervención combinada de estas vitaminas B no disminuyeron el riesgo de ECV. Ciertamente, varias pruebas aleatorias controladas con placebo han sido conducidas a determinar si la disminución de la homocisteína a través de la suplementación con acido fólico, vitamina B12, y vitamina B6 reduce la incidencia de ECV. Un meta-análisis de la información de 11 ensayos que incluyeron 45,000 participantes en riesgo de ECV, mostro que la suplementación de vitamina B no tuvo algún efecto significante en el riesgo de infarto agudo de miocardio (ataque al corazón) o accidente cerebrovascular como tampoco modifico el riesgo de mortalidad por todas las causas (25). Otros meta-análisis que incluyeron pacientes con enfermedad renal crónica han confirmado la deficiencia del efecto de la disminución de la homocisteína en el riesgo de un infarto agudo al miocardio y muerte. Sin embargo, el riesgo de un accidente cerebrovascular fue significantemente reducido en un 7%-12% con la suplementación de vitamina B (26, 27). Otro meta-análisis de 12 ensayos clínicos que midieron la vasodilatación mediada por flujo (VMF un marcador sustituto de la salud vascular) en respuesta a la reducción de la homocisteína revelo que la suplementación de vitamina B estuvo acompañada por un mejoramiento en la VMF a corto plazo <8 semanas) pero no en estudios a largo plazo conducidos en sujetos con enfermedades vasculares preexistentes (28). A pesar de todo, algunos de los estudios incluidos en estos meta-análisis no usaron vitamina B12, y la administración de folato por si sola ha mostrado un papel protector en la función vascular y el riesgo de accidente cerebrovascular (29). Además, la alta prevalencia de los desordenes de malabsorción y la deficiencia de vitamina B12 en individuos de edad avanzada podrían justificar el uso de dosis más altas de vitamina B12 que aquellas usadas en estos ensayos (30); en casos de malabsorción, solo una terapia de altas dosis orales o inyecciones intramusculares pueden superar la deficiencia de vitamina B12 (4).

Cáncer

El folato es requerido para la síntesis del ADN, y existe evidencia que de que la disponibilidad disminuida de folato resulta en hebras de ADN que son más susceptibles a dañarse. La deficiencia de vitamina B12 atrapa el folato en una forma que es inutilizable para el cuerpo en la síntesis del ADN. Tanto la deficiencia de vitamina B12 como la deficiencia de folato derivan en una capacidad disminuida para las reacciones de metilación (vea Figura 3 arriba). De esta manera, la deficiencia de vitamina B12 puede conducir a un a una taza de daño elevada del ADN y a una metilación alterada del ADN, los cuales son factores importantes del riesgo de padecer cáncer. Una serie de estudios en adultos jóvenes y adultos mayores señaló que los niveles incrementados de homocisteína y los niveles disminuidos de vitamina B12 en la sangre fueron asociados con un biomarcador de la ruptura de cromosomas en leucocitos (revisado en 31). En un estudio doble ciego controlado con placebo, el mismo marcador de ruptura de cromosomas fue minimizado en adultos jóvenes que fueron suplementados con 700 μg de ácido fólico y 7 μg de vitamina B12 diariamente en el cereal, por dos meses (32).

Cáncer de seno

Un estudio de caso y control comparó los niveles prediagnósticos del folato, vitamina B6, y vitamina B12 en el suero en 195 mujeres, posteriormente diagnosticadas con cáncer de mama y de 195 mujeres de edades similares que fueron diagnosticadas sin cáncer de mama. Entre las mujeres postmenopáusicas, la asociación entre los niveles sanguíneos de vitamina B12 y el cáncer de mama mostró un efecto umbral. El riesgo de cáncer de mama fue más del doble en mujeres con los niveles de vitamina B12 en el suero en el quintil más bajo comparado con el de las mujeres en los cuatro quintiles más altos (33). Sin embargo el meta-análisis de este estudio en conjunto con tres estudios de caso y control adicionales no encontraron protección asociada con la comparación entre los niveles altos y bajos de la vitamina B12 en el suero (34). Un estudio de caso y control en mujeres mexicanas (475 casos y 1.391 controles) reportó que el riesgo de cáncer de mama para las mujeres en el cuartil más alto de la ingesta de vitamina B12 (7.3-7.7 μg/día) fue un 68% más bajo que el de las mujeres en el cuartil más bajo (2.6 μg/día). La estratificación de la información reveló que la asociación inversa entre la ingesta de vitamina B12 dietaría y el riesgo de cáncer de mama era más fuerte en mujeres postmenopáusicas en comparación con mujeres premenopáusicas, aunque ambas asociaciones fueron estadísticamente significativas. Más aun, entre las mujeres postmenopáusicas, la aparente protección conferida por el folato fue únicamente observada en mujeres en los más altos cuartiles de la ingesta de vitamina B12 (35). Sin embargo estudios de cohorte prospectivos y estudios de casos y controles recientes han reportado una débil o ninguna reducción del riesgo con las ingestas de vitamina B12 en diferentes poblaciones incluyendo mujeres hispanas, afroamericanas, y euroamericanas (36, 37). Un meta-análisis de siete estudios de casos y controles y siete estudios de cohorte prospectivos concluyeron que el riesgo de cáncer de seno no se modifico por altas versus bajas ingestas de vitamina B12 (34). No hubo asociación conjunta entre las ingestas de folato y vitamina B12 y el cáncer de seno. Actualmente, hay poca evidencia para sugerir una relación entre el estatus de la vitamina B12 y el cáncer de mama. En adición, resultados de estudios observacionales no están consistentemente en apoyo a una asociación entre altas ingestas de folato dietario y una reducción en el riesgo de cáncer de seno (vea el artículo en Folato). No existe evidencia para evaluar el efecto de la suplementación de folato y vitamina B12 de ensayos clínicos, aleatorios bien controlados, mientras se consideran varios factores que modifican el riesgo de cáncer de mama, como el estado de la menopausia, etnicidad, y la ingesta de alcohol.

Defectos del tubo neural

Los defectos del tubo neural (DTN) pueden resultar en anencefalia o espina bífida, los cuales son malformaciones congénitas mayormente fatales del sistema nervioso central. Los defectos surgen a partir del fracaso del tubo neural embrionario al cerrar, que ocurre entre el 21. º y el 28. º días después de la concepción, el tiempo cuando muchas mujeres son inconscientes de su embarazo (38). Pruebas aleatorias controladas han demostrado una reducción del 60% al100% en casos de DTN cuando las mujeres consumieron suplementos de acido fólico en adición a una dieta variada durante el anterior y el mes posterior después de la concepción. El incremento de la evidencia indica que el efecto reductor de la homocisteína del acido fólico juega un papel crítico en la reducción del riesgo de DTN (39). La homocisteína puede acumularse en la sangre cuando el folato y/o la vitamina B12 son inadecuados para el funcionamiento eficaz de la enzima metionina sintasa. Niveles de vitamina B12 disminuidos y concentraciones elevadas de homocisteína han sido encontrados en la sangre y el líquido amniótico en mujeres embarazadas en alto riesgo de DTN (40). El reciente meta-análisis de 12 estudios de casos y controles que incluyo 567 madres con un actual o anterior embarazo afectado por DTN y 1566 madres que no fueron afectadas, mostro que un bajo nivel de vitamina B12 materno estuvo asociado con un riesgo incrementado del riesgo de DTN (41). Sin embargo aun no se ha evaluado si la suplementación de vitamina B12 puede ser beneficial en la prevención de DTN (42).

Deterioro cognitivo, demencia, y enfermedad de Alzheimer

La ocurrencia de la deficiencia de vitamina B12 prevalece en la población de edad avanzada y ha sido frecuentemente asociada con la enfermedad de Alzheimer (revisado en 43). Un estudio encontró niveles más bajos de vitamina B12 en el líquido cefalorraquídeo en pacientes con Alzheimer que en pacientes con otros tipos de demencia, aunque los niveles sanguíneos de vitamina B12 no difirieron (44). La razón para la asociación de un bajo estatus de vitamina B12 con la enfermedad de Alzheimer aun no está clara. La deficiencia de vitamina B12, al igual que la deficiencia de folato, puede conducir a un decline de la síntesis de metionina y S-adenosil metionina (SAM), de este modo afecta adversamente las reacciones de metilación. Las reacciones de metilación son esenciales para el metabolismo de los componentes de la vaina de mielina de las células nerviosas así como de los neurotransmisores (18). Otras implicaciones metabólicas de la deficiencia de vitamina B12 incluyen la acumulación de la homocisteína y el ácido metilmalónico, que podría contribuir a las características neuropatológicas de la demencia (43).

Estudios observacionales

Una gran mayoría de estudios transversales y de cohorte prospectivos han asociado elevadas concentraciones de homocisteína con mediciones de resultados cognitivos pobres y un riesgo incrementados de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer (revisado en 45). Un estudio de caso y control en 164 pacientes con demencia del tipo de Alzheimer incluyo 76 casos en los que se confirmó el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer al examinarse las células cerebrales después de su muerte. Comparados con los 108 sujetos de control sin evidencia de demencia, los sujetos con demencia del tipo Alzheimer y con enfermedad de Alzheimer confirmada tuvieron niveles sanguíneos de homocisteína más altos y niveles sanguíneos de folato y vitamina B12 más bajos. Las mediciones del estado nutricional general señaló que la asociación de los niveles de homocisteína aumentados y un estado de vitamina B12 disminuido junto a la enfermedad de Alzheimer no se debió a una malnutrición relacionada a la demencia (46). En una muestra de 1,092 hombres y mujeres sin demencia con un seguimiento por un promedio de 10 años, aquellos con niveles más altos de homocisteína en el plasma al inicio del estudio tuvieron un riesgo significativamente más alto de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Específicamente, aquellos con niveles de homocisteína plasmática mayores a 14 μmol/L tuvieron un riesgo casi doble de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (47). Un estudio en 650 hombres y mujeres ancianos reportó que el riesgo de niveles elevados de homocisteína plasmática fue significativamente más elevado en aquellos con resultados más bajos de la función cognitiva (48). Un estudio prospectivo en 816 hombres y mujeres ancianos reportó que aquellos con hiperhomocisteinemia (niveles de homocisteína >15 μmol/L) tuvieron un riesgo significativamente más alto de desarrollar enfermedad de Alzheimer o demencia. Aunque niveles elevados de homocisteína podrían se parcialmente debido a un estatus pobre de vitamina B12, este último no estaba relacionada con el riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer o demencia en este estudio (49).

Una reciente revisión sistemática de 35 estudios de cohorte prospectivo evaluaron la asociación ente el estatus de la vitamina B12 y el deterioro cognitivo en individuos mayores con o sin demencia al inicio del estudio no apoyo una relación entre las concentraciones de vitamina B12 en el suero y el decline cognitivo, demencia o enfermedad de Alzheimer (50). No obstante, estudios que utilizaron biomarcadores más sensibles del estatus de la vitamina B12, incluyendo mediciones de la holo-transcobalamina (holo-TC; un transportador de la vitamina B12), y el ácido metilmalónico mostraron resultados más consistentes y una tendencia hacia las asociaciones entre un estado pobre de la vitamina B12 y un decline cognitivo más rápido y el riesgo de la enfermedad de Alzheimer (51-55). Además, no se puede excluir que la co-ocurrencia de posibles factores de confusión como niveles elevados de la homocisteína y un estado pobre del folato podría mitigar la verdadera contribución del estatus de la vitamina B12 en el funcionamiento cognitivo (45).

Estudios de intervención

Una suplementación de altas dosis de vitamina B ha probado su efectividad al tratar la hiperhomocisteinemia en individuos de edad avanzada con o sin un deterioro cognitivo. Sin embargo, ensayos de la disminución de la homocisteína han producido resultados equívocos respecto a la prevención del deterioro cognitivo en estas población. Una revisión sistemática y un meta-análisis de 18 pruebas aleatorias controladas con placebo que examinaron el efecto de la suplementación de vitamina B no encontraron que la disminución en el nivel de homocisteína previno o retraso el decline cognitivo entre los sujetos de mayor edad (56). Un ensayo clínico aleatorio doble ciego controlado con placebo en 900 individuos de mayor edad en un riesgo alto de deterioro cognitivo encontró que la suplementación diaria de 400 μg de ácido fólico y 100 μg de vitamina B12 por dos años mejoro significativamente las medidas de memoria inmediata y retardada y alentó el aumento de las concentraciones de homocisteína en el plasma (57). Sin embargo sujetos suplementados no tuvieron alguna reducción en las concentraciones de homocisteína comparadas con las del inicio del estudio, ni tampoco se desempeñaron mejor en el procesamiento de pruebas de velocidad en comparación con el placebo. Otro estudio aleatorio controlado con placebo de un lapso de 2 años en adultos ancianos reporto que un régimen diario de 800 μg de ácido fólico, 500 μg de vitamina B12 y 20 mg de vitamina B6, redujeron significantemente la tasa de atrofia cerebral comparado con el tratamiento con placebo (0.5% vs. 3.7%). Curiosamente, un beneficio mayor fue observado en aquellos con altas en comparación con bajas concentraciones de homocisteína al inicio del estudio, sugiriendo la importancia de la disminución de los niveles de homocisteína en la prevención de atrofia muscular y el decline cognitivo (58, 59). Los autores atribuyeron los cambios en los niveles de homocisteína ante todo a la vitamina B12 (59). Finalmente el ensayo clínico, aleatorio, doble ciego, controlado con placebo más reciente en aproximadamente 2,500 individuos que sufrieron un accidente cerebrovascular mostro que la normalización de las concentraciones de homocisteína debido a la suplementación de vitamina B (2 mg de ácido fólico, 500 μg de vitamina B12, y 25 mg de vitamina B6) no mejoro el rendimiento cognitivo o disminuyo la incidencia de un decline cognitivo en comparación con el placebo (60). Actualmente, hay una necesidad de ensayos más amplios para evaluar el efecto de la suplementación de vitamina B en los resultados a largo plazo, como lo es la incidencia de la enfermedad de Alzheimer.

Depresión

Estudios observacionales han encontrado que hasta el 30% de los pacientes hospitalizados por depresión son deficientes en vitamina B12 (61). Un estudio transversal de 700 mujeres físicamente discapacitadas que viven en comunidad sobre los 65 años de edad, encontró que las mujeres deficientes de vitamina B12 eran dos veces más propensas a estar severamente deprimidas que las mujeres sin deficiencia (62). Un estudio de base poblacional en 3,884 hombres y mujeres ancianos con trastornos depresivos encontró que aquellos con una deficiencia de vitamina B12 eran casi 70% más propensos a sufrir de depresión que aquellos con un estatus normal de vitamina B12 (63). Las causas de la relación entre la deficiencia de vitamina B12 y la depresión no son claras, pero podrían involucrar una escazes de S-adenosilmetionina (SAM). La SAM es un donante del grupo metilo en numerosas reacciones de metilación en el cerebro, incluyendo aquellos involucrados en el metabolismo de los neurotransmisores cuya deficiencia ha sido relacionada con la depresión (64). Una deficiencia severa de B12 en un ratón modelo mostro alteraciones dramáticas en la metilación al nivel del ADN en el cerebro, que podrían conducir a alteraciones neurológicas (65). Esta hipótesis se sostiene en varios estudios que han demostrado que la suplementación con SAM mejora los síntomas depresivos (66-69).

Un nivel incrementado de la homocisteína es otro biomarcador no específico de la deficiencia de vitamina B12 que ha sido ligado a síntomas depresivos en los ancianos (70). Sin embargo, en un estudio transversal reciente conducido en 1,677 individuos mayores, niveles altos de vitamina B12 en el plasma, pero ningún cambio en las concentraciones de homocisteína fueron correlacionados con una menor prevalencia de síntomas depresivos (71). Algunos pocos estudios han examinado la relación del estatus de la vitamina B12, los niveles de homocisteína y el desarrollo de la depresión con el tiempo. En un estudio de intervención aleatorio controlado con placebo en un poco mas de 900 participantes mayores que experimentaron malestar psicológico, una suplementación con ácido fólico (400 μg) y vitamina B12 (100 μg) por dos años no redujo la ocurrencia de síntomas de depresión a pesar de la mejora significativa de los niveles de folato, vitamina B12 y homocisteína en la sangre a comparación con el placebo (72). Sin embargo, en un estudio a largo plazo, aleatorio, doble ciego, controlado con placebo entre enfermos con accidentes cerebrovasculares en un riesgo alto de depresión, diariamente suplementados con 2 mg de acido fólico, 25 mg de vitamina B6 y 500 μg de vitamina B12 redujeron significativamente el riesgo de mayores episodios depresivos durante un periodo de seguimiento de siete años comparado con el placebo (73). Aunque aun no puede ser determinado si la deficiencia de vitamina B12 juega un papel causal en la depresión, podría ser beneficial cubrir la deficiencia de vitamina B12 en individuos de edad avanzada como parte de una evaluación médica para la depresión.

Osteoporosis

Niveles altos de homocisteína podrían afectar la remodelación ósea al incrementar la resorción ósea (desglose), disminuyendo la formación ósea, y reduciendo el flujo sanguíneo óseo. Otro mecanismo propuesto involucra la unión de la homocisteína a la matriz de colágeno del hueso, la cual puede modificar las propiedades del colágeno y reducir la resistencia ósea (revisado en 74). Las alteraciones de las propiedades biomecánicas del hueso pueden contribuir a la osteoporosis e incrementar el riesgo de fracturas en los ancianos. Debido a que la vitamina B12 es un determinante del metabolismo de la homocisteína, se sugirió que le riesgo de fracturas osteoporóticas en sujetos de mayor edad podrían ser mas ocurrentes por una deficiencia de vitamina B12. Un meta-ánalisis de cuatro estudios observacionales que dieron seguimiento de 3 a 16 años a un total de 7,475 individuos de mayor edad, encontró una débil asociación entre una elevación en la vitamina B12 de 50 picomoles/L en la sangre y una reducción en el riesgo de fracturas (75). Un ensayo aleatorio controlado con placebo en 559 individuos ancianos con bajos niveles de folato y vitamina B12 en el suero y un riesgo incrementado del riesgo de fracturas evaluó la suplementación combinada de muy altas dosis de acido fólico (5 mg/día) y vitamina B12 (1.5 mg/día). El estudio de dos años encontró que la suplementación mejoro el estatus de la vitamina B, disminuyo las concentraciones de homocisteína, y redujo el riesgo de fracturas totales en comparación con el placebo (76). Sin embargo un estudio multicentrico en 5,485 sujetos con enfermedades cardiovasculares o diabetes mellitus mostro que la suplementación diaria de acido fólico (2.5 mg), vitamina B12 (1mg) y vitamina B6 (50 mg) disminuyo las concentraciones de homocisteína pero no tuvo efecto en el riesgo de fracturas en comparación con el placebo (77). Otro ensayo aleatorio, doble ciego pequeño en 93 individuos con un bajo estado de vitamina D no encontró beneficios adicionales de la suplementación de vitamina B (50 mg/día de vitamina B6, 0.5 mg/día de acido fólico, y 0.5 mg/día de vitamina B12) en marcadores de la salud ósea en un periodo de tiempo de un año después de asociado con la suplementación de vitamina D y calcio. A pesar de todo, la corta escala del estudio no permitió una conclusión sobre si la disminución de la homocisteína a través de la suplementación de vitamina B podría tener beneficios a largo plazo en la resistencia ósea y el riesgo de fracturas (78). Un exhaustivo estudio de intervención conducido en personas de mayor edad sin condiciones preexistentes está evaluando el efecto de la suplementación de vitamina B en marcadores de la salud ósea e incidencias de fracturas; este ensayo podría aclarar si las vitaminas B podría tener un efecto protector en la salud ósea en la población anciana (79).

Fuentes

Fuentes alimenticias

Sólo las bacterias pueden sintetizar la vitamina B12 (80). La vitamina B12 está presente en productos animales como la carne, las aves de corral, el pescado (incluyendo mariscos), y en menor medida, en productos lácteos y huevos (1). La leche fresca pasteurizada contiene 0.9 μg por vaso y es una fuente importante de vitamina B12 para algunos vegetarianos (17). Aquellos vegetarianos estrictos que no comen ningún producto animal (veganos) necesitan vitamina B12 suplementaria para satisfacer sus requerimientos. Análisis recientes revelaron que algunos alimentos vegetales, como ciertos frijoles fermentados y verduras y algas y hongos comestibles, contienen sustanciales cantidades de vitamina B12 bioactiva (81). Junto con alimentos y suplementos fortificados con vitamina B12, estos alimentos pueden contribuir, aunque modestamente, a prevenir una deficiencia de vitamina B12 en individuos que consumen dietas vegetarianas. También, las personas mayores de 50 años deberían obtener su vitamina B12 de suplementos o alimentos fortificados (ej., Cereal fortificado) debido a un incremento en la probabilidad de una malabsorción de vitamina B12 ligada a los alimentos al incrementarse la edad.

La mayoría de las personas no tiene problemas para alcanzar la IDR de 2.4 μg/día de vitamina B12 en la comida. De acuerdo a una encuesta nacional en los Estados Unidos, la ingesta promedio de vitamina B12 es de alrededor de 5.4 μg/día para hombres adultos, y 3.4 μg/día para mujeres adultas. Los adultos mayores de 60 años tuvieron una ingesta promedio de 4.8 μg/día (42). Sin embargo, el consumo de cualquier tipo de dieta vegetariana dramáticamente incrementa la prevalencia de la deficiencia de vitamina B12 en individuos de todas las edades (82). Algunos alimentos con cantidades substanciales de vitamina B12 son listados en la tabla a continuación al igual con su contenido de vitamina B12 en microgramos (μg). Para más información en el contenido nutrimental de alimentos específicos busque en la base de datos de composición de los alimentos del USDA.

Alimento Porción Vitamina B12 (μg)
Almejas (al vapor) 3 onzas 84.1
Mejillones (al vapor) 3 onzas 20.4
Caballa (Atlantico, cocido, seco) 3 onzas 16.1
Cangrejo (Rey de Alaska, al vapor) 3 onzas 9.8
Carne de res (cocida, asada) 3 onzas 6.9
Salmon (cocido, al horno) 3 onzas 2.4
Pez piedra (cocido, al horno) 3 onzas 1.0
Leche (descremada) 8 onzas 0.9
Pavo (cocinado, rostizado) 3 onzas 0.8
Brie (queso) 1 onza 0.5
Huevo (escalfado) 1 grande 0.4
Pollo (carne ligera, cocido, rostizado) 3 onzas 0.3
*Una porción de tres onzas de carnes es del tamaño de una baraja de cartas.

Suplementos

La cianocobalamina es la forma principal de vitamina B12 utilizada en suplementos orales, pero la metilcobalamina también está disponible como un suplemento. La cianocobalamina está disponible por prescripción médica en una forma inyectable y como un gel nasal para el tratamiento de la anemia perniciosa. Las preparaciones de venta libre que contienen cianocobalamina incluyen multivitamínicos, suplementos de vitaminas del complejo B, y suplementos de vitamina B12 (83).

Seguridad

Toxicidad

Efectos tóxicos o adversos no han sido asociados con grandes ingestas de vitamina B12 proveniente de alimentos o de suplementos en personas sanas. Se han utilizado dosis orales de hasta 2 mg (2,000 μg) diariamente o de 1 mg al mes por inyección intramuscular (IM) para tratar la anemia perniciosa sin efectos secundarios significativos (84). Cuando se administran oralmente altas dosis de vitamina B12, sólo un pequeño porcentaje puede ser absorbido, lo que podría explicar la baja toxicidad (4). Debido a la baja toxicidad de la vitamina B12, ningún nivel máximo de ingesta tolerable (NM) ha sido establecido por la Junta de Nutrición y Alimentos Estadounidense (17).

Interacción con drogas/fármacos

Una serie de drogas reducen la absorción de la vitamina B12. Los inhibidores de la bomba de protones (por ejemplo, omeprazol y lansoprazol), usados en la terapia del síndrome de Zollinger-Ellison y en la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE), reducen notablemente la secreción de ácido estomacal requerida para la liberación de la vitamina B12 de los alimentos, aunque no de la de los suplementos. Se ha encontrado que la utilización a largo plazo de inhibidores de la bomba de protones disminuye los niveles sanguíneos de vitamina B12. Sin embargo, la deficiencia de vitamina B12 generalmente no se desarrolla hasta por lo menos después de tres años de terapia continua (85, 86). Otra clase de inhibidores del acido gástrico conocidos como antagonistas de histamina2 receptor-(H2) (ej. cimetidina, famotidina, y ranitidina), usados frecuentemente al tratar la enfermedad de ulcera péptica, han sido también descubierto que disminuyen la absorción de vitamina B12 de los alimentos. No está claro si el uso a largo plazo los antagonistas de los receptores-H2¬ podrían causar una evidente deficiencia de vitamina B12 (87, 88). Los individuos que toman fármacos que inhiben la secreción de acido gástrico deberían considerar tomar vitamina B12 en forma de suplementos porque el acido gástrico no es requerido para su absorción. Otras drogas que se han encontrado que inhiben la absorción de vitamina B12 de los alimentos incluyen colestiramina (una resina que se une a los ácidos biliares utilizada en el tratamiento del colesterol elevado), cloramfenicol y neomicin (antibióticos), y colchicina (medicamento en el tratamiento de la gota) La metformina, un medicamento para individuos con diabetes tipo 2, se encontró que disminuye la absorción de vitamina B12 a través de la ligadura del calcio libre necesario para la absorción del complejo FI-B12 (89). Sin embargo, el significado clínico de esta no está claro (90). No se conoce si la suplementación con calcio puede revertir la malabsorcion de vitamina B12; por ello, la suplementación con calcio no está actualmente prescrita para la prevención o tratamiento de la deficiencia de vitamina B12 inducida por la metformina (91). Reportes previos de que megadosis de vitamina C destruyan la vitamina B12 no han sido apoyados (92) y podrían haber sido un artefacto del ensayo utilizado para medir los niveles de vitamina B12 (17).

El óxido nitroso, un anestésico comúnmente usado, oxida e inactiva la vitamina B12, inhibiendo así ambas enzimas dependientes de vitamina B12 y puede producir muchas de las manifestaciones clínicas de la deficiencia de vitamina B12, tales como la anemia megaloblástica o la neuropatía. Debido a que el óxido nitroso se utiliza comúnmente para la cirugía en ancianos, algunos expertos consideran que la deficiencia de vitamina B12 debe descartarse antes de su uso (6, 15).

Grandes dosis de ácido fólico administradas a un individuo con una deficiencia de vitamina B12 no diagnosticada podría corregir la anemia megaloblástica sin corregir la deficiencia de vitamina B12 subyacente, dejando a la persona en riesgo de sufrir daño neurológico irreversible (17). Por esta razón la Junta de Nutrición y Alimentos del Instituto de Medicina Estadounidense aconseja que todos los adultos limiten su ingesta de ácido fólico (suplementos y fortificación) a 1,000 μg (1 mg) diarios.

Recomendación del Instituto Linus Pauling

Una dieta variada debería proporcionar suficiente vitamina B12 como para prevenir una deficiencia en la mayoría de los individuos de 50 años de edad o menos. Los vegetarianos estrictos y mujeres que planean embarazarse debiesen tomar un suplemento multivitaminico diariamente o comer cereal fortificado, los cuales asegurarían una ingesta de 6 a 30 μg de vitamina B12 en una forma que es fácilmente absorbida. Los suplementos de dosis más altas de vitamina B12 son recomendados a pacientes que toman medicamentos que interfieren con su absorción (vea Interacción con drogas).

Adultos mayores (>50 años)

Debido a que la malabsorción y la deficiencia de vitamina B12 son más comunes en adultos mayores, el instituto Linus Pauling recomienda que los adultos mayores de 50 años tomen entre 100 a 400 μg/día de vitamina B12 suplementaria.


Autores y Críticos

Escrito en Marzo de 2003 por: 
Jane Higdon, Ph.D.
Instituto Linus Pauling
Universidad Estatal de Oregon

Actualizado en Enero de 2014 por: 
Barbara Delage, Ph.D. 
Instituto Linus Pauling
Universidad Estatal de Oregon

Revisado en Abril de 2014 por: 
Joshua W. Miller, Ph.D. 
Profesor y Presidente, Departamento de Ciencias Nutricionales
Rutgers, La Universidad del Estado de New Jersey

Traducido al Español en 2014 por: 
Silvia Vazquez Lima 
Instituto Linus Pauling
Universidad Estatal de Oregon

Originalmente traducido al español en 2012 por Guillermo Sandoval y editado por Andrew Quest (Ph.D.) y Lisette Leyton (Ph.D.), todos provenientes de la Universidad de Chile. Estos esfuerzos fueron patrocinados por el projecto Anillo #ACT1111, CONICYT-Chile, programa PIA.

Derechos de autoría 2000-2024  Instituto Linus Pauling


Referencias

1.  Brody T. Nutritional Biochemistry. 2nd ed. San Diego: Academic Press; 1999.

2.  Carmel R. Cobalamin (Vitamin B-12). In: Shils ME, Shike M, Ross AC, Caballero B, Cousins RJ, eds. Modern Nutrition in Health and Disease. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins; 2006:482-497.

3.  Shane B. Folic acid, vitamin B-12, and vitamin B-6. In: Stipanuk M, ed. Biochemical and Physiological Aspects of Human Nutrition. Philadelphia: W.B. Saunders Co.; 2000:483-518.

4.  Carmel R. How I treat cobalamin (vitamin B12) deficiency. Blood. 2008;112(6):2214-2221.  (PubMed)

5.  Kozyraki R, Cases O. Vitamin B12 absorption: mammalian physiology and acquired and inherited disorders. Biochimie. 2013;95(5):1002-1007.  (PubMed)

6.  Baik HW, Russell RM. Vitamin B12 deficiency in the elderly. Annu Rev Nutr. 1999;19:357-377.  (PubMed)

7.  Neumann WL, Coss E, Rugge M, Genta RM. Autoimmune atrophic gastritis--pathogenesis, pathology and management. Nat Rev Gastroenterol Hepatol. 2013;10(9):529-541.  (PubMed)

8.  Lahner E, Persechino S, Annibale B. Micronutrients (Other than iron) and Helicobacter pylori infection: a systematic review. Helicobacter. 2012;17(1):1-15.  (PubMed)

9.  Carmel R. Megaloblastic anemias. Curr Opin Hematol. 1994;1(2):107-112.  (PubMed)

10.  Banka S, Ryan K, Thomson W, Newman WG. Pernicious anemia - genetic insights. Autoimmun Rev. 2011;10(8):455-459.  (PubMed)

11.  Lam-Tse WK, Batstra MR, Koeleman BP, et al. The association between autoimmune thyroiditis, autoimmune gastritis and type 1 diabetes. Pediatr Endocrinol Rev. 2003;1(1):22-37.  (PubMed)

12.  Checchi S, Montanaro A, Ciuoli C, et al. Prevalence of parietal cell antibodies in a large cohort of patients with autoimmune thyroiditis. Thyroid. 2010;20(12):1385-1389.  (PubMed)

13.  Ho C, Kauwell GP, Bailey LB. Practitioners' guide to meeting the vitamin B-12 recommended dietary allowance for people aged 51 years and older. J Am Diet Assoc. 1999;99(6):725-727.  (PubMed)

14.  Watkins D, Rosenblatt DS. Lessons in biology from patients with inborn errors of vitamin B12 metabolism. Biochimie. 2013;95(5):1019-1022.  (PubMed)

15.  Weir DG, Scott JM. Vitamin B12 "Cobalamin". In: Shils M, ed. Nutrition in Health and Disease. 9th ed. Baltimore: Williams & Wilkins; 1999:447-458.

16.  Herbert V. Vitamin B-12. In: Ziegler EE, Filer LJ, eds. Present Knowledge in Nutrition. 7th ed. Washington D.C.: ILSI Press; 1996:191-205.

17.  Food and Nutrition Board, Institute of Medicine. Vitamin B12. Dietary Reference Intakes: Thiamin, Riboflavin, Niacin, Vitamin B6, Vitamin B12, Pantothenic Acid, Biotin, and Choline. Washington D.C.: National Academy Press; 1998:306-356.  (National Academy Press)

18.  Scalabrino G. The multi-faceted basis of vitamin B12 (cobalamin) neurotrophism in adult central nervous system: Lessons learned from its deficiency. Prog Neurobiol. 2009;88(3):203-220.  (PubMed)

19.  Schottker B, Adamu MA, Weck MN, Muller H, Brenner H. Helicobacter pylori infection, chronic atrophic gastritis and major cardiovascular events: a population-based cohort study. Atherosclerosis. 2012;220(2):569-574.  (PubMed)

20.  Gerhard GT, Duell PB. Homocysteine and atherosclerosis. Curr Opin Lipidol. 1999;10(5):417-428.  (PubMed)

21.  Homocysteine Lowering Trialists' Collaboration. Lowering blood homocysteine with folic acid based supplements: meta-analysis of randomised trials. Homocysteine Lowering Trialists' Collaboration. BMJ. 1998;316(7135):894-898.  (PubMed)

22.  Lowering blood homocysteine with folic acid based supplements: meta-analysis of randomised trials. Homocysteine Lowering Trialists' Collaboration. Bmj. 1998;316(7135):894-898.  (PubMed)

23.  Quinlivan EP, McPartlin J, McNulty H, et al. Importance of both folic acid and vitamin B12 in reduction of risk of vascular disease. Lancet. 2002;359(9302):227-228.  (PubMed)

24.  Stabler SP, Lindenbaum J, Allen RH. Vitamin B-12 deficiency in the elderly: current dilemmas. Am J Clin Nutr. 1997;66(4):741-749.  (PubMed)

25.  Marti-Carvajal AJ, Sola I, Lathyris D, Karakitsiou DE, Simancas-Racines D. Homocysteine-lowering interventions for preventing cardiovascular events. Cochrane Database Syst Rev. 2013;1:CD006612.  (PubMed)

26.  Huang T, Chen Y, Yang B, Yang J, Wahlqvist ML, Li D. Meta-analysis of B vitamin supplementation on plasma homocysteine, cardiovascular and all-cause mortality. Clin Nutr. 2012;31(4):448-454.  (PubMed)

27.  Ji Y, Tan S, Xu Y, et al. Vitamin B supplementation, homocysteine levels, and the risk of cerebrovascular disease: A meta-analysis. Neurology. 2013;81(15):1298-1307.  (PubMed)

28.  Potter K, Hankey GJ, Green DJ, Eikelboom J, Jamrozik K, Arnolda LF. The effect of long-term homocysteine-lowering on carotid intima-media thickness and flow-mediated vasodilation in stroke patients: a randomized controlled trial and meta-analysis. BMC Cardiovasc Disord. 2008;8:24.  (PubMed)

29.  Qin X, Xu M, Zhang Y, et al. Effect of folic acid supplementation on the progression of carotid intima-media thickness: a meta-analysis of randomized controlled trials. Atherosclerosis. 2012;222(2):307-313.  (PubMed)

30.  Spence JD. B vitamin therapy for homocysteine: renal function and vitamin B12 determine cardiovascular outcomes. Clin Chem Lab Med. 2013;51(3):633-637.  (PubMed)

31.  Fenech M. Folate (vitamin B9) and vitamin B12 and their function in the maintenance of nuclear and mitochondrial genome integrity. Mutat Res. 2012;733(1-2):21-33.  (PubMed)

32.  Fenech M. Micronucleus frequency in human lymphocytes is related to plasma vitamin B12 and homocysteine. Mutat Res. 1999;428(1-2):299-304.  (PubMed)

33.  Wu K, Helzlsouer KJ, Comstock GW, Hoffman SC, Nadeau MR, Selhub J. A prospective study on folate, B12, and pyridoxal 5'-phosphate (B6) and breast cancer. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 1999;8(3):209-217.  (PubMed)

34. Wu W, Kang S, Zhang D. Association of vitamin B6, vitamin B12 and methionine with risk of breast cancer: a dose-response meta-analysis. Br J Cancer. 2013;109(7):1926-1944.  (PubMed)

35. Lajous M, Lazcano-Ponce E, Hernandez-Avila M, Willett W, Romieu I. Folate, vitamin B(6), and vitamin B(12) intake and the risk of breast cancer among Mexican women. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2006;15(3):443-448.  (PubMed)

36.  Yang D, Baumgartner RN, Slattery ML, et al. Dietary intake of folate, B-vitamins and methionine and breast cancer risk among Hispanic and non-Hispanic white women. PLoS One. 2013;8(2):e54495.  (PubMed)

37.  Bassett JK, Baglietto L, Hodge AM, et al. Dietary intake of B vitamins and methionine and breast cancer risk. Cancer Causes Control. 2013;24(8):1555-1563.  (PubMed)

38.  Eskes TK. Open or closed? A world of difference: a history of homocysteine research. Nutr Rev. 1998;56(8):236-244.  (PubMed)

39.  Mills JL, Scott JM, Kirke PN, et al. Homocysteine and neural tube defects. J Nutr. 1996;126(3):756S-760S.  (PubMed)

40.  Imbard A, Benoist JF, Blom HJ. Neural tube defects, folic acid and methylation. Int J Environ Res Public Health. 2013;10(9):4352-4389.  (PubMed)

41.  Wang ZP, Shang XX, Zhao ZT. Low maternal vitamin B(12) is a risk factor for neural tube defects: a meta-analysis. J Matern Fetal Neonatal Med. 2012;25(4):389-394.  (PubMed)

42.  Dror DK, Allen LH. Interventions with vitamins B6, B12 and C in pregnancy. Paediatr Perinat Epidemiol. 2012;26 Suppl 1:55-74.  (PubMed)

43.  McCaddon A. Vitamin B12 in neurology and ageing; clinical and genetic aspects. Biochimie. 2013;95(5):1066-1076.  (PubMed)

44.  Nourhashemi F, Gillette-Guyonnet S, Andrieu S, et al. Alzheimer disease: protective factors. Am J Clin Nutr. 2000;71(2):643S-649S.  (PubMed)

45.  Smith AD. The worldwide challenge of the dementias: a role for B vitamins and homocysteine? Food Nutr Bull. 2008;29(2 Suppl):S143-172.  (PubMed)

46.  Clarke R, Smith AD, Jobst KA, Refsum H, Sutton L, Ueland PM. Folate, vitamin B12, and serum total homocysteine levels in confirmed Alzheimer disease. Arch Neurol. 1998;55(11):1449-1455.  (PubMed)

47.  Seshadri S, Beiser A, Selhub J, et al. Plasma homocysteine as a risk factor for dementia and Alzheimer's disease. N Engl J Med. 2002;346(7):476-483.  (PubMed)

48.  Ravaglia G, Forti P, Maioli F, et al. Homocysteine and cognitive function in healthy elderly community dwellers in Italy. Am J Clin Nutr. 2003;77(3):668-673.  (PubMed)

49.  Ravaglia G, Forti P, Maioli F, et al. Homocysteine and folate as risk factors for dementia and Alzheimer disease. Am J Clin Nutr. 2005;82(3):636-643.  (PubMed)

50.  O'Leary F, Allman-Farinelli M, Samman S. Vitamin B(1)(2) status, cognitive decline and dementia: a systematic review of prospective cohort studies. Br J Nutr. 2012;108(11):1948-1961.  (PubMed)

51.  Clarke R, Birks J, Nexo E, et al. Low vitamin B-12 status and risk of cognitive decline in older adults. Am J Clin Nutr. 2007;86(5):1384-1391.  (PubMed)

52.  Tangney CC, Tang Y, Evans DA, Morris MC. Biochemical indicators of vitamin B12 and folate insufficiency and cognitive decline. Neurology. 2009;72(4):361-367.  (PubMed)

53.  Kivipelto M, Annerbo S, Hultdin J, et al. Homocysteine and holo-transcobalamin and the risk of dementia and Alzheimers disease: a prospective study. Eur J Neurol. 2009;16(7):808-813.  (PubMed)

54.  Hooshmand B, Solomon A, Kareholt I, et al. Homocysteine and holotranscobalamin and the risk of Alzheimer disease: a longitudinal study. Neurology. 2010;75(16):1408-1414.  (PubMed)

55.  Hooshmand B, Solomon A, Kareholt I, et al. Associations between serum homocysteine, holotranscobalamin, folate and cognition in the elderly: a longitudinal study. J Intern Med. 2012;271(2):204-212.  (PubMed)

56.  Ford AH, Almeida OP. Effect of homocysteine lowering treatment on cognitive function: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. J Alzheimers Dis. 2012;29(1):133-149.  (PubMed)

57.  Walker JG, Batterham PJ, Mackinnon AJ, et al. Oral folic acid and vitamin B-12 supplementation to prevent cognitive decline in community-dwelling older adults with depressive symptoms--the Beyond Ageing Project: a randomized controlled trial. Am J Clin Nutr. 2012;95(1):194-203.  (PubMed)

58.  Smith AD, Smith SM, de Jager CA, et al. Homocysteine-lowering by B vitamins slows the rate of accelerated brain atrophy in mild cognitive impairment: a randomized controlled trial. PLoS One. 2010;5(9):e12244.  (PubMed)

59.  Douaud G, Refsum H, de Jager CA, et al. Preventing Alzheimer's disease-related gray matter atrophy by B-vitamin treatment. Proc Natl Acad Sci U S A. 2013;110(23):9523-9528.  (PubMed)

60.  Hankey GJ, Ford AH, Yi Q, et al. Effect of B vitamins and lowering homocysteine on cognitive impairment in patients with previous stroke or transient ischemic attack: a prespecified secondary analysis of a randomized, placebo-controlled trial and meta-analysis. Stroke. 2013;44(8):2232-2239.  (PubMed)

61.  Hutto BR. Folate and cobalamin in psychiatric illness. Compr Psychiatry. 1997;38(6):305-314.  (PubMed)

62.  Penninx BW, Guralnik JM, Ferrucci L, Fried LP, Allen RH, Stabler SP. Vitamin B(12) deficiency and depression in physically disabled older women: epidemiologic evidence from the Women's Health and Aging Study. Am J Psychiatry. 2000;157(5):715-721.  (PubMed)

63.  Tiemeier H, van Tuijl HR, Hofman A, Meijer J, Kiliaan AJ, Breteler MM. Vitamin B12, folate, and homocysteine in depression: the Rotterdam Study. Am J Psychiatry. 2002;159(12):2099-2101.  (PubMed)

64.  Mischoulon D, Fava M. Role of S-adenosyl-L-methionine in the treatment of depression: a review of the evidence. Am J Clin Nutr. 2002;76(5):1158S-1161S.  (PubMed)

65.  Fernandez-Roig S, Lai SC, Murphy MM, Fernandez-Ballart J, Quadros EV. Vitamin B12 deficiency in the brain leads to DNA hypomethylation in the TCblR/CD320 knockout mouse. Nutr Metab (Lond). 2012;9:41.  (PubMed)

66.  Bressa GM. S-adenosyl-l-methionine (SAMe) as antidepressant: meta-analysis of clinical studies. Acta Neurol Scand Suppl. 1994;154:7-14.  (PubMed)

67.  Bell KM, Plon L, Bunney WE, Jr., Potkin SG. S-adenosylmethionine treatment of depression: a controlled clinical trial. Am J Psychiatry. 1988;145(9):1110-1114.  (PubMed)

68.  Delle Chiaie R, Pancheri P, Scapicchio P. Efficacy and tolerability of oral and intramuscular S-adenosyl-L-methionine 1,4-butanedisulfonate (SAMe) in the treatment of major depression: comparison with imipramine in 2 multicenter studies. Am J Clin Nutr. 2002;76(5):1172S-1176S.  (PubMed)

69.  Williams AL, Girard C, Jui D, Sabina A, Katz DL. S-adenosylmethionine (SAMe) as treatment for depression: a systematic review. Clin Invest Med. 2005;28(3):132-139.  (PubMed)

70.  Almeida OP, McCaul K, Hankey GJ, Norman P, Jamrozik K, Flicker L. Homocysteine and depression in later life. Arch Gen Psychiatry. 2008;65(11):1286-1294.  (PubMed)

71.  Moorthy D, Peter I, Scott TM, et al. Status of vitamins B-12 and B-6 but not of folate, homocysteine, and the methylenetetrahydrofolate reductase C677T polymorphism are associated with impaired cognition and depression in adults. J Nutr. 2012;142(8):1554-1560.  (PubMed)

72.  Walker JG, Mackinnon AJ, Batterham P, et al. Mental health literacy, folic acid and vitamin B12, and physical activity for the prevention of depression in older adults: randomised controlled trial. Br J Psychiatry. 2010;197(1):45-54.  (PubMed)

73.  Almeida OP, Marsh K, Alfonso H, Flicker L, Davis TM, Hankey GJ. B-vitamins reduce the long-term risk of depression after stroke: The VITATOPS-DEP trial. Ann Neurol. 2010;68(4):503-510.  (PubMed)

74.  Vacek TP, Kalani A, Voor MJ, Tyagi SC, Tyagi N. The role of homocysteine in bone remodeling. Clin Chem Lab Med. 2013;51(3):579-590.  (PubMed)

75.  van Wijngaarden JP, Doets EL, Szczecinska A, et al. Vitamin B12, folate, homocysteine, and bone health in adults and elderly people: a systematic review with meta-analyses. J Nutr Metab. 2013;2013:486186.  (PubMed)

76.  Sato Y, Honda Y, Iwamoto J, Kanoko T, Satoh K. Effect of folate and mecobalamin on hip fractures in patients with stroke: a randomized controlled trial. JAMA. 2005;293(9):1082-1088.  (PubMed)

77.  Sawka AM, Ray JG, Yi Q, Josse RG, Lonn E. Randomized clinical trial of homocysteine level lowering therapy and fractures. Arch Intern Med. 2007;167(19):2136-2139.  (PubMed)

78.  Herrmann W, Kirsch SH, Kruse V, et al. One year B and D vitamins supplementation improves metabolic bone markers. Clin Chem Lab Med. 2013;51(3):639-647.  (PubMed)

79.  van Wijngaarden JP, Dhonukshe-Rutten RA, van Schoor NM, et al. Rationale and design of the B-PROOF study, a randomized controlled trial on the effect of supplemental intake of vitamin B12 and folic acid on fracture incidence. BMC Geriatr. 2011;11:80.  (PubMed)

80.  LeBlanc JG, Milani C, de Giori GS, Sesma F, van Sinderen D, Ventura M. Bacteria as vitamin suppliers to their host: a gut microbiota perspective. Curr Opin Biotechnol. 2013;24(2):160-168.  (PubMed)

81.  Watanabe F, Yabuta Y, Tanioka Y, Bito T. Biologically active vitamin B12 compounds in foods for preventing deficiency among vegetarians and elderly subjects. J Agric Food Chem. 2013;61(28):6769-6775.  (PubMed)

82.  Pawlak R, Parrott SJ, Raj S, Cullum-Dugan D, Lucus D. How prevalent is vitamin B(12) deficiency among vegetarians? Nutr Rev. 2013;71(2):110-117.  (PubMed)

83.  Hendler SS, Rorvik DR, eds. PDR for Nutritional Supplements. Montvale: Medical Economics Company, Inc; 2001.

84.  Kuzminski AM, Del Giacco EJ, Allen RH, Stabler SP, Lindenbaum J. Effective treatment of cobalamin deficiency with oral cobalamin. Blood. 1998;92(4):1191-1198.  (PubMed)

85.  Dharmarajan TS, Kanagala MR, Murakonda P, Lebelt AS, Norkus EP. Do acid-lowering agents affect vitamin B12 status in older adults? J Am Med Dir Assoc. 2008;9(3):162-167.  (PubMed)

86.  Wilhelm SM, Rjater RG, Kale-Pradhan PB. Perils and pitfalls of long-term effects of proton pump inhibitors. Expert Rev Clin Pharmacol. 2013;6(4):443-451.  (PubMed)

87.  Valuck RJ, Ruscin JM. A case-control study on adverse effects: H2 blocker or proton pump inhibitor use and risk of vitamin B12 deficiency in older adults. J Clin Epidemiol. 2004;57(4):422-428.  (PubMed)

88.  Termanini B, Gibril F, Sutliff VE, Yu F, Venzon DJ, Jensen RT. Effect of long-term gastric acid suppressive therapy on serum vitamin B12 levels in patients with Zollinger-Ellison syndrome. Am J Med. 1998;104(5):422-430.  (PubMed)

89.  Bauman WA, Shaw S, Jayatilleke E, Spungen AM, Herbert V. Increased intake of calcium reverses vitamin B12 malabsorption induced by metformin. Diabetes Care. 2000;23(9):1227-1231.  (PubMed)

90.  Obeid R. Metformin causing vitamin B12 deficiency: a guilty verdict without sufficient evidence. Diabetes Care. 2014;37(2):e22-23.  (PubMed)

91.  Mazokopakis EE, Starakis IK. Recommendations for diagnosis and management of metformin-induced vitamin B12 (Cbl) deficiency. Diabetes Res Clin Pract. 2012;97(3):359-367.  (PubMed)

92.  Simon JA, Hudes ES. Relation of serum ascorbic acid to serum vitamin B12, serum ferritin, and kidney stones in US adults. Arch Intern Med. 1999;159(6):619-624.  (PubMed)